Lucía celebró sus XV años con una fiesta que evocó la grandeza del arte renacentista, en un escenario de elegancia clásica y belleza atemporal. El salón FORO UNO fue transformado en un espacio majestuoso, donde una paleta de tonos beige y dorados envolvía a los invitados en una atmósfera de lujo sutil y sofisticado.
El fondo del escenario fue cubierto con pesados cortinajes dorados, que caían en ondas perfectas, recordando las texturas ricas de los palacios renacentistas. Grandes arreglos de flores blancas naturales enmarcaban los extremos del escenario, creando un efecto escultórico que daba volumen y dramatismo al espacio. En el centro, un sofá tipo chaise longue en tonos marfil y oro ofrecía el toque clásico perfecto para los momentos más especiales de la celebración.
Sobre la pista, un espectacular chandelier floral suspendido con detalles dorados y cascadas de flores blancas flotaba majestuosamente, iluminando la velada con un brillo cálido y envolvente. Las lámparas tipo candelabro acentuaban aún más la atmósfera de grandeza, proyectando reflejos delicados sobre el entelado blanco que cubría el techo.
La pista Gold Infinity frente al escenario capturaba y multiplicaba las luces del salón, creando un efecto visual impresionante que acompañó cada paso y cada baile de Lucía. El mobiliario elegante en tonos neutros, combinado con detalles dorados, complementó a la perfección la visión de un evento inspirado en la elegancia del Renacimiento.
Cada elemento fue cuidadosamente seleccionado para reflejar la esencia de Lucía: una joven soñadora, elegante y amante del arte y la belleza. Sus XV años fueron una celebración llena de historia, estilo y emoción, transportando a todos los presentes a una época de esplendor y sofisticación.